martes, 15 de septiembre de 2009

Justicia ciega, sorda y muda!


Han pasado muchos meses desde mi último comentario en este espacio (quiero decir, desde mi comentario inicial, jejeje).

Diversas han sido las razones con las que me he excusado frente a mi mismo por este comportamiento (y ninguna es verdaderamente satisfactoria).  Hoy retomo una labor que además de importante me resulta liberadora y justamente por eso voy a refrescar mi blog con una nota sobre este tema.

Hace algunos mese observé en un periódico online una noticia que me dio escalofríos. 

Texas, como muchos sabemos, es uno de los estados norteamericanos más estrictos en cuanto a sistema penitenciario se refiere (en los Estados Unidos).  Bajo sus leyes, muchas personas son ejecutadas o encarceladas por largos periodos anualmente, con promedios que superan en buena medida a otras regiones de ese país.

Pues bien, resulta ahora que este rígido y poco misericordioso sistema es súbitamente... más justo que otros! 

Sí, es más considerado con "la persona", es "propiciador" de futuros mejores para aquellos que logran sobrevivir sus paredes, su encierro y todo aquello que con esto viene encadenado (literalmente). Pero... será posible?

Este es un relato propio de nuestros tiempos.  Es historia donde se mezclan la ciencia y las técnicas forenses aplicadas con la esperanza, pero sin romanticismo.  Es historia que se vende como maravilla cuando en realidad es el apéndice de la tragedia humana.

"Quiero una casa con 3 cuartos, electrodomésticos de acero inoxidable, una lavadora y una secadora.  El resto que lo escoja mi novia" dijo uno de los protagonistas de la historia, una persona que junto con algunos otros pasaron del encierro a la "prosperidad" gracias a las regulaciones del sistema legal antes mencionado.

Este personaje, de nombre Thomas McGowan (y a quien vemos en la foto inicial), va a ser uno de los "afortunados" (según el cronista) de recibir una compensación de casi $2 millones luego de salir de la cárcel (lugar en el que estuvo cerca 23 años).  

La razón? Recientes estudios de ADN han demostrado su inocencia en relación con los cargos por los cuales fue procesado y puesto detrás de las rejas.

Repensemos por un minuto.  Será prosperidad aquello?  Será un gran acto de bondad de parte del sistema texano? 

Una cosa es que el sistema le provea al prisionero una serie de recursos de reinserción social posterior a su permanencia encerrado.  Eso debe existir como parte de un plan integral de tratamiento y proyección para la persona.  Ese no es el problema de fondo aquí.

Lo que me parece grave y abrumador es el enfoque tan poco humano y deformador desde donde se emiten los criterios que dan forma a esa nota.  No se toca nunca (ni superficialmente) el drama real que nos revelan.  No se habla nunca de la dimensión humana del conflicto, de dolor que implica la pérdida de libertad y por ende la pérdida de vida!

23 años... cuántas cosas se pueden hacer en 23 años? Cuánto se puede aprender? Cuánto se puede disfrutar? Cuánto se puede vivir?

Podrán $2 millones compensar todo esto que no tiene precio? Podrá acaso amilanar de alguna forma la experiencia de pesadilla, infierno y esclavitud a la que fue sometida la persona? (Así describió el mismo Thomas su realidad en la cárcel).

Yo no tengo ninguna duda de que la respuesta es contundente y única: NO!

Sin embargo, no dudo que existan algunas personas que puedan comulgar con el periodista que dio forma al artículo, invisibilizando el verdadero problema (el de "justicia" y su incapacidad reparadora), para quedarse con la platica. 

Al menos hay 38 personas luchando por conseguir estas compensaciones, lo que significan 38 almas en pena que han pasado mucho tiempo de sus vidas con las alas cementadas. Qué dolor!

Estas son todas pinceladas de una sociedad global que se encuentra confundida y sostenida de pilares mentirosos.  Para muestra un botón:

"Estás encerrado por mucho tiempo y luego sales de prisión sin nada.  Con esto tal vez puedas vivir una vida normal, al saber que no tienes que preocuparte por vivir en las calles... " concluyó Thomas su entrevista.

Así se dicta sentencia: los seres humanos somos incapaces hoy día de reconocer lo que significa el tiempo, elemento esencial que además de insustituible, resulta campo germinal para ver brotar la felicidad en todas sus facetas.

Para otros(as) está don billetín.


Adjunto dirección para que vean el texto original.

http://www.google.com/hostednews/ap/article/ALeqM5grLo5gR1yAbyKHKS_xv9RhFRbv1gD9
AGF4U80


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