martes, 22 de diciembre de 2009

La vida es un "Amazing"...



Ya es el 2010, sin embargo quiero dedicar unos minutos para escribir un poco sobre uno de los eventos del 2009 que más disfruté hacia el cierre del año: Amazing Race Latinoamerica.

No puedo dejar de recomendar este programa de televisión. Dejando de lado la dificultad técnica que representa su producción, realización y por supuesto postproducción, Amazing Race ha hecho lo que pocos otros shows han logrado en mi, eso es, estar semanalmente a la espera que de fuera día domingo para ver el episodio de la semana.

Emoción, adrenalina y sobre todo un escenario con el cual se puede uno sentir identificado constantemente, han sido claves para que este programa haya sido un éxito a nivel de audiencia en el continente.

Discusiones, estrategia, mucho ritmo, diferencias, emotividad y fuerza, paisajismo, pinceladas de arte, intensidad y sobre todo grandes cuotas de naturaleza humana (reflejada a partir de distintos rasgos culturales en los participantes y lugares recorridos) han sido parte de lo que hemos podido disfrutar en una competencia que, en mi opinión, tiene mucho de analogía con la vida.

En lo personal, he disfrutado mucho de esta experiencia porque además de envolvente, creíble y socialmente importante (en cuanto a la interacción de quienes estaban dentro) me ha resultado valiosa para recordar la importancia del hacer.

Hablo de un "hacer" que se refiere a la acción, como metáfora de lanzarse al vacío, a saltar al agua, a correr contra el viento... de realizar sueños.

Amazing Race tiene mucho de maravilloso para quienes han decidido disfrutar del evento televisivo y profundizar un poco más. Es una llamada de atención a desarrollar(se), creer(se), brindar(se) y alcanzar(se), tomando en cuenta que la planificación es necesaria (la estrategia y el cálculo), pero sin caer en los extremos que provoquen el "parálisis por la análisis".

Bien lo dijeron la concursantes chilenas (Ferna y Fran) al afirmar que su misión era disfrutar de la competencia a cada minuto (como hay que hacerlo día a día con la vida) y sobre todo, con una estrategia clara: no tener mucha estrategia (porque en la vida hay que pensar las cosas pero no demasiado).

Desviaciones, obstáculos, pistas, sorpresas, descansos, encuentros, retornos, paradas y carreras constantes, son palabras que fueron discurso general en la competencia, sin embargo, todas son perfectamente aplicables a la cotianeidad, especialemente cuando recordamos que toda nueva aventura que nos traiga por delante la vida debe enfrentar con dinamismo y gran actitud.

Bien por los participantes, bien por la alegría, el entusiasmo y toda la iniciativa.

Este ha sido un espacio literalmente de "encuentros": de los espectadores con otras culturas y escenarios de nuestro continente, de los competidores con sus compañeros(as) de equipo -a quienes han conocido en un nuevo nivel- y sobre todo de cada uno(a) consigo mismo(a).

Genial y abrumador.

Como lo dijeron los últimos concursantes brasileños al salir de la competencia...

"La vida es un amazing"...

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